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Naves industriales sostenibles: qué pide el mercado y cómo adaptarse

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La sostenibilidad ha dejado de ser un valor añadido para convertirse en un requisito. En el sector industrial y logístico, las empresas buscan naves más eficientes, certificadas y alineadas con criterios ESG. ¿Qué implica esto para propietarios, inversores y promotores? ¿Cómo se adapta un activo a estas nuevas exigencias sin comprometer su rentabilidad?

La sostenibilidad ya no es solo una opción reputacional: es una exigencia del mercado y un factor de revalorización inmobiliaria.

Eficiencia energética: el primer paso hacia una nave sostenible

Reducir consumos no es solo una cuestión de ahorro. Hoy, contar con una nave eficiente energéticamente es también una forma de atraer inquilinos más exigentes y cumplir con normativas cada vez más estrictas.

Los principales elementos que se revisan en este aspecto son:

  • Aislamiento térmico de cubiertas y fachadas.

  • Iluminación LED con sensores de presencia.

  • Climatización y ventilación de bajo consumo.

  • Instalación de paneles solares fotovoltaicos.

  • Sistemas de monitorización y control energético.

Además, la orientación del edificio, la altura libre y la tipología estructural también influyen en la capacidad de mantener una temperatura estable y reducir las pérdidas energéticas.

Certificaciones ambientales: un nuevo estándar de calidad

Contar con una certificación reconocida no solo mejora la imagen del activo, sino que también facilita su comercialización. Cada vez más operadores logísticos exigen que las plataformas que ocupan cumplan con criterios ambientales verificados.

Las más comunes son:

  • BREEAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Method)
    Evalúa el impacto medioambiental del edificio en todo su ciclo de vida. Valora la eficiencia energética, gestión de residuos, accesos, materiales y bienestar de los ocupantes.

  • LEED (Leadership in Energy and Environmental Design)
    Reconoce inmuebles sostenibles que optimizan el uso del agua, la energía y los materiales. Su enfoque es especialmente riguroso en la reducción de emisiones y el uso de energías renovables.

Una nave certificada LEED o BREEAM puede revalorizarse entre un 5 % y un 12 % frente a una nave convencional similar.

El impacto del ESG en la demanda logística

La sostenibilidad ya no es solo una preocupación de los promotores. También lo es de los ocupantes. Las grandes empresas, especialmente las cotizadas o multinacionales, tienen compromisos públicos en materia ESG (Environmental, Social and Governance), y necesitan que sus instalaciones contribuyan a sus objetivos.

Esto se traduce en una demanda creciente de activos que:

  • Generen bajas emisiones durante su operación.

  • Estén construidos con materiales reciclables o de bajo impacto.

  • Incorporen medidas de ahorro de agua y energía.

  • Ofrezcan confort térmico y acústico para los trabajadores.

  • Se ubiquen en zonas con buenos accesos logísticos y conectividad.

Las empresas ya no solo preguntan por el precio del alquiler o la superficie. Preguntan por la huella de carbono, los certificados disponibles y los costes operativos de largo plazo.

Adaptaciones estructurales para la sostenibilidad

Convertir una nave convencional en un activo más sostenible es posible, aunque requiere inversión y planificación. Algunas de las reformas más habituales incluyen:

  • Sustitución de cubiertas por materiales aislantes de alta eficiencia.

  • Incorporación de lucernarios y claraboyas para maximizar la luz natural.

  • Mejora del sistema de climatización con bombas de calor y recuperación de calor.

  • Instalación de cargadores para vehículos eléctricos.

  • Incorporación de sistemas de reciclaje y almacenamiento de agua de lluvia.

Las mejoras sostenibles bien ejecutadas pueden amortizarse en 5 a 8 años gracias al ahorro energético y a una mayor facilidad de alquiler.

Imagen sugerida: “Interior de una nave logística con iluminación LED, suelo limpio y puestos de carga eléctrica”

¿Es rentable invertir en sostenibilidad industrial?

Más allá del cumplimiento normativo, la sostenibilidad es una inversión estratégica:

  • Reducción de costes operativos: una nave eficiente consume menos energía y genera menos residuos.

  • Aumento del valor del inmueble: los activos sostenibles tienen mejor posición en el mercado.

  • Mayor facilidad de financiación: muchos fondos e inversores priorizan activos ESG.

  • Mejor ocupación: los grandes operadores buscan naves alineadas con sus políticas ambientales.

En muchos casos, adaptar una nave a los nuevos estándares permite acceder a inquilinos premium, con contratos de mayor duración y menor rotación.

Conclusión: sostenibilidad como ventaja competitiva

El sector logístico vive una transformación profunda. Las naves industriales ya no se valoran solo por sus metros cuadrados o su ubicación. La eficiencia energética, las certificaciones ambientales y la adaptación a criterios ESG están redefiniendo qué significa ser competitivo en este mercado.

Para propietarios, promotores o inversores, el reto no es menor. Pero tampoco lo es la oportunidad: apostar por la sostenibilidad no solo es responsable, también es rentable.

En Nabes, ayudamos a identificar qué mejoras pueden aportar más valor a cada nave, asesoramos en la búsqueda de certificaciones y facilitamos la conexión con expertos en reformas sostenibles. Ya sea para comercializar un activo, valorarlo correctamente o adaptarlo a nuevos estándares, acompañamos a cada profesional en decisiones clave para el presente y el futuro del sector.

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